By Creadores-de-Alas (WingMakers)
Jul 19, 2007, 17:28
Atentamente,
Dr. Clever Sánchez
REV EL C, el REVelador de EL y la Creación.
YO SOY AHKNATON REV EL C 999.
PRESIDENTE y CEO del MOVIMIENTO MUNDIAL FÉNIX de la FEDERACIÓN del MUNDO.
Embajador de la Era de la Luz y de la Segunda Venida de Cristo al Mundo.
ASAMBLEÍSTA POR INTERNET, PARA LA REESTRUCTURACIÓN DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR.
LA FEDERACIÓN DEL MUNDO.
EL MOVIMIENTO MUNDIAL FENIX.
EL MOVIMIENTO EXTRATERRESTRE
EL MOVIMIENTO FÉNIX DEL ECUADOR.
FUNDAMENTOS PARA UNA NUEVA CONSTITUCION
QUE SIRVA AL ECUADOR Y A TODOS LOS PAISES DEL MUNDO.
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Los Principios de Vida del Integral Soberano
Filosofía de los Creadores-de-Alas (WingMakers): Cámara Uno
El modelo de expresión de la entidad está diseñado para explorar nuevos campos de vibración mediante instrumentos biológicos y transformarlo a través de este proceso de descubrimiento a un nuevo nivel de entendimiento y expresión como un Integral Soberano. El Integral Soberano es la más completa expresión del modelo de entidad dentro de los universos de tiempo-espacio, y ejemplifica muy cercanamente las capacidades de la Inteligencia de la Fuente que contiene. Es también el estado de existencia natural de la entidad que se ha transformado más allá del modelo de existencia de evolución/salvador y se ha apartado a sí misma de los aspectos controladores de la Jerarquía mediante la completa activación de sus Códigos de la Fuente incrustados. Este es el nivel de capacidad que fue "sembrado" dentro del modelo de expresión de la entidad cuando en un principio fue concebida por la Primera Fuente. Todas las entidades dentro de los universos de tiempo-espacio están en varias etapas de la experiencia transformacional y cada una está destinada a alcanzar el nivel del Integral Soberano en la medida que sus Códigos de la Fuente se activen completamente.
La experiencia transformacional es darse cuenta que el modelo de expresión de la entidad es capaz de acceder en forma directa a la información de la Inteligencia de la Fuente, y que la información de la Primera Fuente es descubierta dentro del nivel del Integral Soberano de la entidad. En otras palabras, el instrumento humano, junto con sus capacidades biológicas, emocionales y mentales, no es el depósito de los Códigos de la Fuente. Ni Tampoco el instrumento humano es capaz de atraer ni reunir esta información liberadora —esta gloriosa libertad de acceder a Todo lo que Es. La entidad es tanto el albergue de, y el instrumento para acceder a, los Códigos de la Fuente que permiten que la experiencia transformacional se manifieste mediante la integración del instrumento humano y la entidad soberana.
La experiencia transformacional consiste en tomar conciencia de que la realidad percibida es la Realidad de la Fuente personificada en la forma de preferencias individuales. Por lo tanto, la Realidad de la Fuente y la realidad del soberano se vuelven inseparables como el viento y el aire. Esta convergencia es comprendida solamente mediante la experiencia transformacional, que es diferente de cualquier cosa conocida dentro de los universos de espacio-tiempo.
En la Tierra han habido aquellos que han experimentado un aliento superficial del viento de esta poderosa tempestad. Algunos lo han llamado Ascensión, otros le han atribuido nombres como revelación, visión, iluminación, nirvana y conciencia cósmica. Mientras que estas experiencias son profundas en los estándares humanos, únicamente son los atisbos iniciales del Integral Soberano, mientras se vuelve progresivamente experto a tocar y despertar los remotos bordes de su existencia. Lo que la mayoría de la especie define como la dicha final es meramente la impresión del Integral Soberano susurrando a sus fortines de forma e instándolos a mirar dentro de sus raíces de existencia y a unirse con esta inteligencia sin forma y sin límite que todo penetra.
La experiencia transformacional está más allá de estudio del drama humano como las estrellas en el cielo están más allá de ser tocadas desde la Tierra. Puedes observar las estrellas con tus ojos humanos, pero nunca las tocarás con tus manos humanas. Igualmente, puedes prever vagamente la experiencia transformacional con el instrumento humano, pero no puedes experimentarlo mediante el instrumento humano. Solamente se puede conseguir a través de la totalidad de la entidad, porque sólo en la totalidad es que pueden existir los Códigos de la fuente y sus efectos residuales de la percepción de la Realidad de la Fuente. Y verdaderamente, esta totalidad únicamente se obtiene cuando la conciencia individual es separada del tiempo y es capaz de ver su existencia en el no-tiempo.
No obstante, el instrumento humano es crítico en posibilitar la experiencia transformacional y provocar que dispare —como una metamorfosis— la integración de las identidades de forma dentro del Integral Soberano. Este es la próxima etapa o de percepción y expresión para el modelo de entidad, y es activado cuando la entidad diseña su realidad desde los principios de vida que son simbólicos de la Realidad de la Fuente, opuesto a la realidad de una fuente externa que está atada al modelo de existencia de evolución/salvador.
Estos principios de vida son las plantillas de creación de la Inteligencia de la Fuente. Están diseñados para crear la realidad desde la perspectiva del Integral Soberano y acelerar su manifestación dentro de los campos de vibración que hasta ahora la han repelido. Son principios que construyen oportunidades para la integración de las identidades con forma y sin forma de la entidad. Son puentes para que el instrumento humano —con todos sus componentes intactos— pueda experimentar la percepción de la Totalidad del Integral Soberano.
A medida que el instrumento humano responda cada vez más a la Inteligencia de la Fuente, más gravitará en los principios de vida que simbólicamente expresan los principios formativos de la creación original. Hay amplios rangos de expresiones que pueden inducir la experiencia transformacional del Integral Soberano y liberar a la entidad del condicionamiento tiempo-espacio y de los controles externos. En vista del hecho que la expresión puede variar, el propósito de la expresión es definida bastante estrechamente como la intención de expandirse dentro de un estado de integración en el cual el instrumento humano progresivamente se alinea con la perspectiva del Integral Soberano.
Hay tres principios de vida particulares que aceleran la experiencia transformacional y ayudan a alinear al instrumento humano con la perspectiva del Integral Soberano. Ellos son:
1) Relación con el Universo mediante gratitud
2) Observación de la Fuente en todas las cosas
3) Nutrición de la vida
Cuándo el individuo aplica estos principios, sus experiencias de vida revelan un significado más profundo a sus eventos aparentemente fortuitos, tanto en el contexto universal como personal.
Relación con el Universo Mediante Gratitud
Este es el principio de que el Universo de la Totalidad representa una inteligencia colectiva que puede ser personalizada como una Entidad Universal individual. De este modo, en este modelo de inferencia, hay solo dos entidades en todo el cosmos: la entidad individual y la Entidad Universal. En cuanto que el individuo es impresionable y constantemente cambiante para adaptarse a nueva información, de igual modo lo hace la Entidad Universal, que es una dinámica y viviente plantilla de energías y experiencias potenciales que son coherentes y tan conocibles como la personalidad y conducta de un amigo.
La Entidad Universal responde al individuo y sus percepciones y expresiones. Es como una omni-personalidad compuesta que está llena de Inteligencia de la Fuente y responde a las percepciones del individuo como una pileta de agua que refleja la imagen sobre ella. Cada uno en un instrumento humano es ciertamente, en su núcleo más íntimo, una entidad soberana que puede transformar el instrumento humano en un instrumento del Integral Soberano. Sin embargo, esta transformación depende de si el individuo elige proyectar una imagen de un Integral Soberano sobre el "espejo" de la Entidad Universal, o decide proyectar una imagen inferior que es una distorsión de su verdadero estado de "ser".
El principio de relación con el universo mediante la gratitud está principalmente relacionado con diseñar concientemente la imagen del ser de uno a través de un agradecimiento del "espejo" de apoyo de la Entidad Universal. En otras palabras, la Entidad Universal es un colaborador en moldear la expresión de la realidad en la vida de uno. La realidad es un proceso de creación interno que es totalmente libre de controles externos y condiciones si el individuo proyecta una imagen soberana sobre el espejo de la Entidad Universal.
Este proceso es un intercambio de energía de apoyo desde el individuo hacia la Entidad Universal, y esta energía se aplica mejor mediante una apreciación de cuán perfecto y meticuloso ocurre el intercambio en cada momento de la vida. Si el individuo se da cuenta (o al menos está interesado en darse cuenta) de cuán perfectamente la Entidad Universal sustenta la realidad soberana del individuo, hay un poderoso y natural sentido de gratitud que fluye desde el individuo a la Entidad Universal. Es este manantial de gratitud el que abre el canal de apoyo desde la Entidad Universal hacia el individuo y establece una colaboración de propósito para transformar al instrumento humano en una expresión del Integral Soberano.
Es principalmente la gratitud —que se traduce en una apreciación de cómo opera la interrelación del individuo con la entidad Universal— la que abre al instrumento humano a su conexión con la entidad soberana y su transformación eventual dentro del estado de percepción y expresión del Integral Soberano. La relación del individuo con la Entidad Universal es esencial de cultivar y nutrir, porque eso, más que cualquier otra cosa, determina cuán receptivo está el individuo a las innumerables formas y manifestaciones de la vida.
Cuándo los individuos aceptan cambios en la realidad soberana como los personajes cambiantes de la Entidad Universal, ellos viven en una mayor armonía con la vida misma. La vida se vuelve un intercambio de energía entre el individuo y la Entidad Universal que se permite ejecutar sin juicio y se experimenta sin miedo. Este es el significado fundamental de amor incondicional: experimentar la vida en todas sus manifestaciones como una inteligencia única, unificada que responde perfectamente a la imagen proyectada del instrumento humano.
Es por esta razón que cuando el instrumento humano proyecta gratitud a la Entidad Universal, más allá de las circunstancias y condiciones, la vida se vuelve incrementalmente alentadora en la apertura del instrumento humano para activar sus Códigos de la Fuente y vivir la vida dentro del esquema del modelo de expresión de síntesis. El sentimiento de gratitud unido al concepto mental de apreciación es expresado como un mensaje invisible en todas direcciones y en todos los tiempos. En este contexto particular, la gratitud hacia la Entidad Universal es el motivo global detrás de todas las formas de expresión a las que aspira el instrumento humano.
Cada aliento, cada palabra, cada toque, cada pensamiento, cada cosa está centrada en expresar este sentido de gratitud. Una gratitud de que el individuo es soberano y es apoyado por la Entidad Universal que se expresa a sí misma a través de todas las formas y manifestaciones de la inteligencia con el único objetivo de crear la realidad ideal para activar los Códigos de la Fuente del individuo y transformar al instrumento humano y a la entidad en un Integral soberano. Es esta forma específica de gratitud la que acelera la activación de los Códigos de la Fuente y su peculiar habilidad de integrar los distintos componentes del instrumento humano y la entidad, y transformarlos al estado de percepción y expresión del Integral Soberano.
La conexión entre el individuo y la Entidad Universal, es distorsionada únicamente por el tiempo, de lo contrario sería clara. El tiempo interviene y crea huecos de desesperación, desesperanza y abandono. Sin embargo, son estos mismos "huecos" los que frecuentemente activan los Códigos de la Fuente de la entidad y establecen una relación más íntima y armoniosa con la Entidad Universal. El tiempo establece la separación de experiencia y la discontinuidad de la realidad percibida, la cual a su vez crea duda en el sistema de justicia y propósito global de la Entidad Universal. El resultado crea temor de que el universo no es un espejo, sino al contrario, que es una energía caótica y caprichosa.
Cuándo el Instrumento Humano está alineado con el Integral Soberano y vive desde esta perspectiva como una realidad en vías de desarrollo, atrae un estado natural de armonía. Esto no necesariamente significa que el instrumento humano esté sin problemas o molestias, sino más bien significa una percepción de que hay un propósito integral en lo que la vida revela. En otras palabras, la armonía natural percibe que la experiencia de vida es importante en la medida que estás alineado con el Integral Soberano, y que tu realidad personal debe fluir desde este nivel hasta el universo multidimensional a fin de crear paz interior y alegría permanente.
La gratitud es una faceta crítica del amor que abre al instrumento humano a reconocer la función de la Entidad Universal y redefine su propósito como una extensión de apoyo de la realidad soberana, en vez de ser la extensión caprichosa del destino o la exigente reacción de un universo mecánico y separado. Establecer una relación con la Entidad Universal mediante la emanación de gratitud también atrae una experiencia de vida que es transformadora. Una experiencia que está generosamente dedicada a descubrir los significados más profundos y el propósito más formativo de la vida.
Observación de la Fuente en Todas las Cosas.
Este es el principio de que la Primera Fuente está presente en todas las realidades mediante todas las manifestaciones de energía. La Primera Fuente está entretejida en todas las cosas como un mosaico cuyas piezas se adhieren a la misma pared, y de este modo, están unificadas. Sin embargo, no es la imagen la que unifica el mosaico, sino la pared sobre la cual las piezas se adhieren. Igualmente, la Primera Fuente pinta una imagen tan diversa y aparentemente desligada que parece no existir unificación. No obstante, no es la manifestación externa lo que unifica, es el centro de energía interno sobre el cual las diferentes piezas están dispuestas, lo que unifica todas las manifestaciones.
Esta pieza central de energía es el almacén colectivo de toda vida en todos los campos de vibración dentro del Universo de la Totalidad. Es la Primera Fuente quien se desprende de sí misma en todas las formas mediante la proyección de su Inteligencia de la Fuente en todos los fragmentos de vida. De este modo, la Inteligencia de la Fuente —actuando como una extensión de la Primera Fuente— es la energía unificadora que es la "pared" sobre la cual las piezas del mosaico de la vida se adhieren. La vida fluye desde una Fuente de energía que vincula todo al Todo y uno al Uno.
La Observación de la Fuente en Todas las Cosas es el principio de que todas las manifestaciones de vida conllevan una expresión de la Primera Fuente. No importa hasta que punto la energía unificadora haya sido distorsionada o corrompida; la Fuente puede ser observada. Es la acción de percibir la unificación de energía incluso cuando las manifestaciones externas parecen aleatorias, distorsionadas, desligadas, o caóticas.
Cuándo todas las manifestaciones de vida son genuinamente percibidas como expresiones fragmentadas de la Primera Fuente, la vibración de igualdad que es la base de todas las formas de vida se vuelve perceptible al instrumento humano. La vida inicialmente emerge como una extensión de la Realidad de la Fuente, y después, como una frecuencia de energía individualizada otorgada dentro de una forma. Esta frecuencia de energía individualizada, en su estado puro y atemporal, vibra precisamente igual para todas las manifestaciones de vida. Este es el denominador común que toda vida comparte. Este es el tono-vibración de igualdad que puede ser observado dentro de todas las formas de vida que unifican todas las expresiones de diversidad hasta la base de la existencia conocida como la Primera Fuente. Si un individuo es capaz de ver cualquier forma de vida con la perspectiva de igualdad, entonces está observando a la Fuente en todas las cosas.
Mientras que esto parece ser un concepto abstracto, es hecho realidad mediante la práctica de buscar las manifestaciones externas e internas de la Primera Fuente. En un sentido muy real, el individuo espera observar el funcionamiento de la Inteligencia de la Fuente en todo aspecto de su experiencia. Es la expectativa irrefutable de que cada cosa está en su posición correcta, cumpliendo su función óptima, y sirviendo su propósito de activar la máxima expresión de su vida en el momento presente. Es la perspectiva de que toda la vida está en un estado de óptima realización y experiencia más allá de su condición o circunstancia. Es la percepción de que la vida es perfecta en su expresión porque fluye desde la perfección, y que no importa cuán diversas y divergentes sean sus manifestaciones, la vida es la extensión de la Realidad de la Fuente.
Considerando la confusión evidente y la destrucción aparente que acompaña la vida sobre la Tierra, esta es una perspectiva o percepción que parece ingenua. ¿Cómo puede la vida —en todas sus formas y expresiones— ser percibida como óptima y perfecta? Esta es la gran paradoja de la vida, y no puede ser reconciliada con las capacidades mentales o emocionales del instrumento humano. Puede ser entendida únicamente en el contexto de la entidad, la que es inmortal, ilimitada, eterna y soberana. Las paradojas existen porque el drama humano está muy limitado en alcance y escala como para permitir que una percepción de totalidad intervenga y revele cómo están unificadas en perfecta relación las piezas del rompecabezas.
Las dimensiones de tiempo y espacio y los elementos de energía y materia circunscriben el drama humano. Es interpretado sobre escenarios de supervivencia y conducta disfuncional debido a los métodos de la Jerarquía de controlar la información y manipular las condiciones. La entidad dentro del instrumento humano está en gran medida inexpresada y subutilizada en el drama humano, y por ello, las deformaciones e imperfecciones aparentes de la vida son vistas aisladamente como impedimentos a la perfección en lugar de ser vistas como la perfección en sí misma.
La vida es perfecta en su determinación por expandir y expresar una inteligencia que es ilimitada. Este es el propósito fundamental de la vida en todas sus diversas manifestaciones, y ésta es la presencia de la Primera Fuente —expresándose a sí misma como una vibración de igualdad— que puede ser observada en todas las cosas. Las entradas sensoriales procedentes del instrumento humano están limitadas a frecuencias en rangos específicos que sólo pueden transmitir un eco de esta vibración de la Fuente. La verdadera frecuencia es asimilada mediante la contemplación deliberada y enfocada de igualdad inherente en todas las cosas, y la habilidad de penetrar más allá de la imagen de una cosa al origen de la imagen.
Estos conocimientos profundos requieren de un nuevo sistema sensorial más allá de los cinco sentidos que rigen el mundo humano en tu tiempo. Estos nuevos sentidos son el resultado de la activación de los Códigos de la Fuente, y representan el primer paso de la experiencia transformacional. Con esta nueva habilidad perceptiva, el instrumento humano será capaz de sentir no solo la presencia de la Primera Fuente, sino también la esencia atemporal dentro de toda vida que está individualizada y separada de una manera única de la Primera Fuente.
Inspirar las percepciones de la entidad dentro del instrumento humano es el método ideal para acceder a una sensitividad duradera de la vibración de la Fuente. Así es cómo un individuo puede desarrollar la habilidad de observar la Fuente en todas las cosas. No es sólo que la Primera Fuente está dentro de cada manifestación individual de energía, sino que también es en sí misma la totalidad de la vida. Por lo tanto, el principio requiere una Observación de la Fuente en todas SUS diversas formas de manifestación, así como en la totalidad de la vida.
Nutrición de la Vida
La vida, en esta definición, es la realidad soberana de un individuo. Es subjetiva y susceptible al instrumento humano. La vida es la totalidad de experiencia fluyendo más allá del campo de percepción del individuo en la dimensión del ahora. Nunca hay una clausura a la vida o un capítulo final escrito. Es eterna, pero no en el sentido abstracto de no terminar o empezar nunca, sino más bien en el sentido real de que la vida se está expandiendo siempre para expresar la Inteligencia de la Fuente en todos los campos de vibración dentro del Universo de la Totalidad.
La nutrición de la vida es el principio de que un individuo está alineado con la expansión natural de inteligencia inherente en toda vida. Esta es una alineación que realza la vida-energía que fluye más allá del individuo con el propósito claro de suave apoyo. Es la acción de identificar el propósito más elevado en todas las formas de energía y apoyar el flujo de esta energía hacia su expresión final. Haciendo esto, la acción es realizada sin juicio, análisis o apego a su resultado. Es simplemente alimentar la energía que fluye desde todas las manifestaciones y apoyar su expresión de vida.
Esto es una separación de la percepción normal de que el apoyo de alimentación solo puede ser otorgado cuando la energía está en alineación con la voluntad personal. Sin embargo, cuando el individuo puede ver la vida como una energía integrada fluyendo en la expresión de la inteligencia en expansión, la vida es honrada como una extensión de la Primera Fuente. En este contexto, no hay energía que sea mal dirigida o no merecedora de ser apoyada y nutrida. Mientras que esto pueda parecer contrario a la evidencia de energía abusiva en Terra-Tierra, incluso la energía que está llena con "intención malvada" es no obstante energía que está fluyendo exteriormente en búsqueda de una expresión más elevada.
Todas las formas de energía pueden ser alimentadas y apoyadas hacia su más elevada expresión, y esta es la acción fundamental de este principio. Requiere la habilidad de percibir el motivo causal y la expresión final de la vida-energía conforme pasa a través de la realidad soberana del individuo. La energía es un elemento de vida que está tan sutilmente entrelazada con la forma que son uno; muy semejante de la misma manera como el espacio y el tiempo están inseparablemente vinculados en unión. La Energía es un motivo. Es inteligente más allá de la habilidad de razonar de la mente. Mientras que es una fuerza que puede ser sujeta a aplicaciones humanas que niegan su expresión más elevada, la energía siempre está impregnando la vida con el motivo de expandir y evolucionar.
La energía-vida está siempre en un estado de convertirse en. En su estado natural nunca está estática o es regresiva. El instrumento humano es muy capaz de nutrir esta expansión natural de la energía para forjar nuevos canales de expresión y experiencia. De hecho, el propósito primario del instrumento humano es expandir la vida-energía que circunda su realidad soberana dentro de la existencia física y convertirla en nuevos niveles de expresión que reflejen más exactamente la perspectiva del Integral Soberano.
Hay muchas acciones específicas que pueden realizarse para nutrir la vida. Cada entidad está, en cierto sentido, programada dentro de sus Códigos de la Fuente para transmutar energía mediante una tremenda variedad de medios. Trabajando por medio del instrumento humano, la entidad es capaz de reunir y almacenar energía dentro del instrumento humano y redirigir su propósito o aplicación. La transmutación de la energía puede ocurrir tanto en niveles de expresión personal o universal. Es decir, en el interior de la realidad soberana de un individuo, la energía puede ser transmutada para conformar una visión de bienestar personal, o alineada con una visión de bienestar universal y buena voluntad.
Uno de los mejores métodos de transmutación de energía es mediante el sistema de creencias de uno. Todas las creencias tienen sistemas de energía que actúan como cámaras de nacimiento para la manifestación de la creencia. Dentro de este sistema de energía hay corrientes que dirigen la experiencia de la vida. El instrumento humano sabe de estas corrientes tanto concientemente o inconscientemente, y les permite a ellas que lo lleven dentro de la esfera de experiencia que ilustra su verdadero sistema de creencias.
Cultivando creencias que expanden y transforman energía, el instrumento humano es capaz de emplear sistemas de energía que nutren la vida en todas sus innumerables formas. Cuando las creencias están claramente definidas como estados de ser preferidos, el sistema de energía está participando en el ahora —no en algún en algún tiempo futuro. Ahora. El sistema de energía se vuelve inseparable del instrumento humano y se trenza dentro de su espíritu como una hebra de luz. La claridad de creencia es esencial para emplear el sistema de energía de la creencia, y para permitir que la nutrición de la vida prevalezca en todas las actividades.
Así una vez más, la nutrición de la vida es crítica tanto para la realidad personal como para la realidad universal dentro del Universo de la Totalidad que contiene todos los campos de vibración que están interrelacionados como hebras de un tejido infinitamente expansivo. De este modo, a medida que el individuo se despierta a su poder creativo para transmutar energía y enriquecerla con el intención clara de apoyo suave, se vuelven un transmisores de la Realidad de la Fuente y arquitectos del modelo de existencia de síntesis.
Mediante la constante aplicación de estos principios de vida, la Inteligencia de la Fuente se vuelve cada vez más la identidad de la entidad, y la entidad se vuelve la identidad del instrumento humano. Por lo tanto, la identidad es transformada, y después de esta transformación, el Integral Soberano unifica al instrumento humano con la entidad y a la entidad con la Inteligencia de la Fuente. El propósito explícito de la expresión de los principios de vida del Integral soberano es esta unificación y cambios de identidad. Si hay cualquier otro propósito u objetivo, estos principios permanecerán no comprendidos y sus poderes catalíticos quedarán dormidos.
Es la perspectiva del Integral Soberano que toda la vida sea puro amor en su máxima expresión, y que en este concepto específico, toda la vida es concebida y existe por siempre. Esto se convierte en la creencia base desde donde todas las otras creencias surgen, y por su extensión, el sistema de creencias de uno surge con un propósito claro de apoyar esta perspectiva fundamental, de nutrir, observando y apreciando el Universo de la Totalidad como la cuna desde la que toda vida es creada, evoluciona y finalmente es aceptada.
Estos principios de vida son meramente símbolos representados en palabras y servidos al instrumento humano como una receta potencial para avivar la brasa de luz que incansablemente arde en el interior. No hay técnicas específicas o rituales que sean necesarios para invocar el poder de estos principios. Ellos son simplemente perspectivas. En un sentido real, ellos son intenciones que atraen experiencia que expande la conciencia. Ellos no proporcionan remedios rápidos o realizaciones instantáneas. Ellos son amplificadores de la voluntad e intención personales que aclaran cómo vive uno. Su poder transformativo está contenido exclusivamente en la intención de su aplicación.
A través de estos principios de vida del Integral Soberano, el individuo puede convertirse en un maestro de ilimitar al Ser. Los límites son establecidos, los velos son derribados y la luz de uno es atenuada, simplemente porque los controles externos, de la jerarquía, crean miedo a lo desconocido y crean prácticas místicas de un ser soberano. En estos principios de vida, si son verdaderamente aplicados con intención apropiada, están las herramientas para acelerar el surgimiento del Integral Soberano y para sentir su perspectiva, su conocimiento profundo, y sus habilidades que proporcionan poder para crear nuevas realidades y darles forma como aventuras de aprendizaje que liberan y expanden la conciencia. Este es el propósito fundamental de los principios y quizás la mejor razón para explorarlos.
URL original: http://www.wingmakers.com/downloads/spanishphil2.pdf
Editado por Damián Carmona
2007-07-25
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WingMakers' Philosophy: Chamber One
By WingMakers
Jul 19, 2007, 16:01
http://abundanthope.net/pages/article_551.shtml
Life Principles of the Sovereign Integral
WingMakers' Philosophy: Chamber One
The entity model of expression is designed to explore new fields of vibration through biological instruments and transform through this process of discovery to a new level of understanding and expression as a Sovereign Integral. The Sovereign Integral is the fullest expression of the entity model within the time-space universes, and most closely exemplifies Source Intelligence's capabilities therein. It is also the natural state of existence of the entity that has transformed beyond the evolution/saviorship model of existence and has removed itself from the controlling aspects of the Hierarchy through the complete activation of its embedded Source Codes. This is the level of capability that was "seeded" within the entity model of expression when it was initially conceived by First Source. All entities within the time-space universes are in various stages of the transformational experience and each are destined to achieve the Sovereign Integral level as their Source Codes become fully activated.
The transformational experience is the realization that the entity model of expression is capable of direct access to Source Intelligence information, and that the information of First Source is discovered within the entity level of the Sovereign Integral. In other words, the human instrument, complete with its biological, emotional, and mental capabilities, is not the repository of the entity's Source Codes. Nor is the human instrument able to reach out and gather in this liberating information -- this glorious freedom to access All That Is. It is the entity that is both the harbor of, and instrument of access to, the Source Coding activation that permits the transformational experience to manifest through the integration of the human instrument and the sovereign entity.
The transformational experience consists of the realization that perceived reality is Source Reality personified in the form of individual preferences. Thus, Source Reality and sovereign reality become inseparable as the wind and air. This confluence is realized only through the transformational experience, which is unlike anything known within the time-space universes.
There have been those upon terra-earth who have experienced a shallow breath of wind from this powerful tempest. Some have called it ascension; others have attributed names like illumination, vision, enlightenment, nirvana, and cosmic consciousness. While these experiences are profound in human standards, they are only the initial stirrings of the Sovereign Integral, as it becomes increasingly adept at touching and awakening the remote edges of its existence. What most species define as the ultimate bliss is merely the impression of the Sovereign Integral whispering to its outposts of form and nudging them to look within to their roots of existence and unite with this formless and limitless intelligence that pervades all.
The transformational experience is far beyond the calibration of the human drama much like the stars in the sky are beyond the touch of terra-earth. You can observe the stars with your human eyes, but you will never touch them with your human hands. Similarly, you can dimly foresee the transformational experience with the human instrument, but you cannot experience it through the human instrument. It is only accessed through the wholeness of the entity, for it is only in wholeness that the Source Codes and their residual effects of Source Reality perception can exist. And truly, this wholeness is only obtained when the individual consciousness is separated from time and is able to view its existence in timelessness.
Nevertheless, the human instrument is critical in facilitating the transformational experience and causing it to trigger -- like a metamorphosis -- the integration of the formful identities into the Sovereign Integral. This is the next stage of perception and expression for the entity model, and it is activated when the entity designs its reality from life principles that are symbolic of Source Reality, as opposed to the reality of an external source that is bound to the evolution/saviorship model of existence.
These life principles are Source Intelligence templates of creation. They are designed to create reality from the perspective of the Sovereign Integral and hasten its manifestation within the fields of vibration that has thus far repelled it. They are principles that construct opportunities for the integration of the entity's formless and formful identities. They are bridges that the human instrument -- with all of its componentry intact -- can experience the Sovereign Integral perception of wholeness.
As the human instrument becomes increasingly responsive to Source Intelligence it will gravitate to life principles that symbolically express the formative principles of prime creation. There are wide ranges of expressions that can induce the transformational experience of the Sovereign Integral and liberate the entity from time-space conditioning and external controls. Inasmuch as the expression can vary, the intent of the expression is quite narrowly defined as the intent to expand into a state of integration whereby the human instrument becomes increasingly aligned with the Sovereign Integral perspective.
There are three particular life principles that accelerate the transformational experience and help to align the human instrument with the Sovereign Integral perspective. They are:
1) Universe relationship through gratitude
2) Observance of Source in all things
3) Nurturance of life
When the individual applies these principles, their life experience reveals a deeper meaning to its apparently random events -- both in the universal and personal contexts.
Universe Relationship through Gratitude
This is the principle that the Universe of Wholeness represents a collective intelligence that can be personalized as a single Universal Entity. Thus, in this model of inference, there are only two entities in the entire cosmos: the individual entity and the Universal Entity. Inasmuch as the individual is impressionable and constantly changing to adapt to new information, so is the Universal Entity, which is a dynamic and living template of potential energies and experiences that are coherent and as knowable as a friend's personality and behavior.
The Universal Entity is responsive to the individual and its perceptions and expressions. It is like a composite omni-personality that is imbued with Source Intelligence and responds to the perceptions of the individual like a pool of water mirrors the image that overshadows it. Everyone in a human instrument is indeed, at their innermost core, a sovereign entity that can transform the human instrument into an instrument of the Sovereign Integral. However, this transformation is dependent on whether the individual chooses to project an image of a Sovereign Integral upon the "mirror" of the Universal Entity, or project a lesser image that is a distortion of its true state of being.
The principle of universe relationship through gratitude is primarily concerned with consciously designing one's self image through an appreciation of the Universal Entity's supportive "mirror". In other words, the Universal Entity is a partner in shaping reality's expression in one's life. Reality is an internal process of creation that is utterly free of external controls and conditions if the individual projects a sovereign image upon the mirror of the Universal Entity.
This process is an interchange of supportive energy from the individual to the Universal Entity, and this energy is best applied through an appreciation of how perfect and exacting the interchange occurs in every moment of life. If the individual is aware (or at least interested in having the awareness) of how perfect the Universal Entity supports the individual's sovereign reality, there is a powerful and natural sense of gratitude that flows from the individual to the Universal Entity. It is this wellspring of gratitude that opens the channel of support from the Universal Entity to the individual and establishes a collaboration of purpose to transform the human instrument into an expression of the Sovereign Integral.
It is principally gratitude -- which translates to an appreciation of how the inter-relationship of the individual and the Universal Entity operates -- that opens the human instrument to its connection to the sovereign entity and its eventual transformation into the Sovereign Integral state of perception and expression. The relationship of the individual with the Universal Entity is essential to cultivate and nurture, because it, more than anything else, determines how accepting the individual is to life's myriad forms and manifestations.
When the individual accepts changes in sovereign reality as the shifting persona of the Universal Entity, they live in greater harmony with life itself. Life becomes an exchange of energy between the individual and the Universal Entity that is allowed to play out without judgment and experienced without fear. This is the underlying meaning of unconditional love: to experience life in all its manifestations as a single, unified intelligence that responds perfectly to the projected image of the human instrument.
It is for this reason that when the human instrument projects gratitude to the Universal Entity, regardless of circumstance or condition, life becomes increasingly supportive in opening the human instrument to activate its Source Codes and live life within the framework of the synthesis model of expression. The feeling of gratitude coupled with the mental concept of appreciation is expressed like an invisible message in all directions and at all times. In this particular context, gratitude to the Universal Entity is the overarching motive behind all forms of expression that the human instrument aspires to.
Every breath, every word, every touch, every thought, every thing is centered on expressing this sense of gratitude. A gratitude that the individual is sovereign and supported by a Universal Entity that expresses itself through all forms and manifestations of intelligence with the sole objective of creating the ideal reality to activate the individual's Source Codes and transform the human instrument and entity in to the Sovereign Integral. It is this specific form of gratitude that accelerates the activation of the Source Codes and their peculiar ability to integrate the disparate componentry of the human instrument and the entity, and transform them to the state of perception and expression of the Sovereign Integral.
Time is the only factor that distorts this otherwise clear connection between the individual and Universal Entity. Time intervenes and creates pockets of despair, hopelessness, and abandonment. However, it is these very "pockets" that often activate the Source Codes of the entity and establish a more intimate and harmonious relationship with the Universal Entity. Time establishes separation of experience, and the perceived discontinuity of reality, which in turn creates doubt in the Universal Entity's system of fairness and overarching purpose. The result creates fear that the universe is not a mirror, but rather a chaotic, whimsical energy.
When the human instrument is aligned with the Sovereign Integral and lives from this perspective as a developing reality, it attracts a natural state of harmony. This does not necessarily mean that the human instrument is without problems or discomforts, rather it signifies a perception that there is an integral purpose in what life reveals. In other words, natural harmony perceives that life experience is meaningful to the extent you are aligned with the Sovereign Integral, and that your personal reality must flow from this strata of the multidimensional universe in order to create lasting joy and inner peace.
Gratitude is a critical facet of love that opens the human instrument to acknowledge the role of the Universal Entity and redefine its purpose as a supportive extension of sovereign reality, rather than the whimsical outreach of fate or the exacting reaction of a mechanical, detached universe. Establishing a relationship with the Universal Entity through the outflow of gratitude also attracts life experience that is transformative. Experience that is richly devoted to uncovering life's deepest meaning and most formative purpose.
Observance of Source in All Things
This is the principle that First Source is present in all realities through all manifestations of energy. IT is interwoven in all things like a mosaic whose pieces adhere to the same wall, and are thus, unified. However, it is not the picture that unifies the mosaic, but the wall upon which its pieces adhere. Similarly, First Source paints a picture so diverse and apparently unrelated that there appears to be no unification. Yet it is not the outward manifestations that unify, it is the inward center of energy upon which the pieces of diversity are layered that unifies all manifestations.
This centerpiece of energy is the collective storehouse of all life in all fields of vibration within the Universe of Wholeness. It is First Source who divests ITSELF in all forms through the projection of ITS Source Intelligence in to all fragments of life. Thus, Source Intelligence -- acting as an extension of First Source -- is the unifying energy that is the "wall" upon which all the pieces of life's mosaic adhere. Life flows from one energy Source that links all to All and one to One.
Observance of Source in All Things is the principle that all manifestations of life convey an expression of First Source. It does not matter how far the unifying energy has been distorted or perverted; the Source can be observed. It is the action of perceiving the unification of energy even when the outward manifestations appear random, distorted, unrelated, or chaotic.
When all manifestations of life are genuinely perceived as fragmentary expressions of First Source, the vibration of equality that underlies all life-forms becomes perceptible to the human instrument. Life initially emerges as an extension of Source Reality, and then, as an individuated energy frequency invested within a form. It vibrates, in its pure, timeless state, precisely the same for all manifestations of life. This is the common ground that all life shares. This is the tone-vibration of equality that can be observed within all life forms that unifies all expressions of diversity to the foundation of existence known as First Source. If an individual is able to look upon any form of life with the outlook of equality, then they are observing Source in all things.
While this may seem like an abstract concept, it is actualized through the practice of looking for the outward and inward manifestations of First Source. In a very real sense, the individual expects to observe the workings of Source Intelligence in every facet of their experience. It is the unassailable expectation that everything is in its rightful position, performing its optimal function, and serving its purpose to activate the fullest expression of its life in the present moment. It is the outlook that all life is in a state of optimal realization and experience regardless of condition or circumstance. It is the perception that life is perfect in its expression because it flows from perfection, and that no matter how divergent its manifestations are, life is an extension of Source Reality.
In light of the obvious turmoil and apparent destruction that accompanies life on terra-earth, this is an outlook or perception that seems naive. How can life -- in all its forms and expressions -- be perceived as optimal or perfect? This is the great paradox of life, and it cannot be reconciled with the human instrument's mental or emotional capabilities. It can only be understood in the context of the entity, which is deathless, limitless, timeless, and sovereign. Paradoxes exist because the human drama is too limited in scope and scale to allow a perception of wholeness to intervene and illuminate how the pieces of the puzzle are unified in perfect relation.
The dimensions of time and space and the elements of energy and matter circumscribe the human drama. It is played out upon the stages of survival and dysfunctional behavior because of the Hierarchy's methods of controlling information and manipulating conditions. The entity within the human instrument is largely unexpressed and under-utilized in the human drama, and therefore, life's apparent perversions and imperfections are seen in isolation as impediments to perfection rather than perfection itself.
Life is perfect in its resolve to expand and express an intelligence that is limitless. This is the fundamental purpose of life in all its diverse manifestations, and this is the presence of First Source -- expressing ITSELF as a vibration of equality -- that can be observed in all things. Sensory input derived from the human instrument is limited to frequencies in specific ranges that only convey an echo of this Source vibration. The true frequency is understood through deliberate and focused contemplation of equality inherent in all things, and the ability to penetrate beyond the picture of a thing to the origin of the picture.
These insights require a new sensory system beyond the five-senses that rule the human world in your time. These new senses are the outgrowth of the Source Code activation, and represent the first stage of the transformation experience. With this new perceptual ability, the human instrument will be capable of sensing not only the presence of First Source, but also the timeless essence within all life that is individualized and uniquely separate from First Source.
Calling forth the perceptions of the entity within the human instrument is the ideal method to access a lasting sensitivity to the Source vibration. This is how an individual can develop the ability to observe Source in all things. It is not only that First Source is within every individual manifestation of energy, but is also the wholeness of life itself. Thus, the principle requires an observance of Source in all ITS diverse forms of manifestation, as well as in the wholeness of life.
Nurturance of Life
Life, in this definition, is an individual's sovereign reality. It is subjective and impressionable to the human instrument. Life is the wholeness of experience flowing past the individual's field of perception in the dimension of nowness. There is never a closure to life or final chapter written. It is eternal, but not in the abstract sense of never ending or beginning, but rather in the real sense that life is ever expanding in order to express Source Intelligence in all fields of vibration within the Universe of Wholeness.
The nurturance of life is the principle that an individual is in alignment with the natural expansion of intelligence inherent within all life. This is an alignment that enhances the life-energy that flows past the individual with the clear intent of gentle support. It is the action of identifying the highest motive in all energy forms and supporting the flow of this energy towards its ultimate expression. In so doing, the action is performed without judgment, analysis, or attachment to outcome. It is simply nurturing the energy that flows from all manifestations and supporting its expression of life.
This is a departure from the normal perception that nurturing support can only be granted when energy is in alignment with personal will. However, when the individual can view life as an integrated energy flowing in the expression of expanding intelligence, life is honored as an extension of First Source. In this context, there is no energy that is misdirected or unworthy of support and nurturance. While this may seem contrary to the evidence of abusive energy upon terra-earth, even energy that is laden with "evil intent" is nevertheless energy that is flowing outward in search of a higher expression.
All forms of energy can be nurtured and supported to their highest expression, and this is the fundamental action of this principle. It requires the ability to perceive the causal motive and ultimate expression of life-energy as it passes through the individual's sovereign reality. Energy is an element of life that is so subtly interwoven with form that it is one; in much the same manner as space and time are inextricably linked in union. Energy is a motive. It is intelligent beyond the mind's ability to reason. While it is a force that can be subject to human applications that deny its highest expression, energy is always imbuing life with the motive to expand and evolve.
Life-energy is always in a state of becoming. It is never static or regressive in its natural state. The human instrument is very capable of nurturing this natural expansion of energy to forge new channels of expression and experience. In fact, it is the primary purpose of the human instrument to expand the life-energy that encircles its sovereign reality within physical existence and transform it to new levels of expression that more accurately reflect the perspective of the Sovereign Integral.
There are many specific actions that can be taken to nurture life. Each entity is, in a sense, programmed within its Source Codes to transmute energy through a tremendous variety of means. Working through the human instrument, the entity is able to collect and store energy within the human instrument and re-direct its purpose or application. The transmutation of energy can occur on either the personal or universal levels of expression. That is, within the sovereign reality of an individual, energy can be transmuted to conform to a vision of personal welfare, or aligned with a vision of universal welfare and goodwill.
One of the best methods to transmute energy is through one's belief system. All beliefs have energy systems that act like birthing chambers for the manifestation of the belief. Within these energy systems are currents that direct life experience. The human instrument is aware of these currents either consciously or unconsciously, and allows them to carry it into the realm of experience that exemplifies its true belief system.
By cultivating beliefs that expand and transform energy, the human instrument is able to engage energy systems that are nurturing to life in all its myriad forms. When beliefs are clearly defined as preferred states of being, the energy system is engaged in nowness -- not in some future time. Now. The energy system becomes inseparable from the human instrument and woven into its spirit like a thread of light. Clarity of belief is essential to engaging the energy system of the belief, and allowing the nurturance of life to prevail in all activities.
So again, the nurturance of life is critical to both personal and universal realities within the Universe of Wholeness which contains all the fields of vibration that are interlinked like threads of an infinitely expanding fabric. Thus, as the individual awakens to their creative power to transmute energy and enhance it with the clear intent of gentle support, they become transmitters of Source Reality and architects of the synthesis model of existence.
Through the ongoing application of these life principles, Source Intelligence increasingly becomes the identity of the entity, and the entity becomes the identity of the human instrument. Thus, identity is transformed, and in the wake of this transformation, the Sovereign Integral unifies the human instrument with the entity, and the entity with Source Intelligence. It is this unification and shifts of identity that is the explicit purpose in expressing the life principles of the Sovereign Integral. If there is any other intention or objective these principles will remain misunderstood and their catalytic powers dormant.
It is the perspective of the Sovereign Integral that all life is pure love in its fullest expression, and that in this single concept, all life is conceived and forever exists. This becomes the core belief from which all other beliefs arise, and by their extension, one's belief system emerges with a clear intent of supporting this fundamental perspective; of nurturing, observing, and appreciating the Universe of Wholeness as the cradle from which all life is created, evolves, and ultimately acknowledges.
These life principles are merely symbols represented in words and served to the human instrument as a potential recipe to stir awake the embers of light that tirelessly burn within. There are no specific techniques or rituals that are required to invoke the power of these principles. They are simply perspectives. In a real sense, they are intentions that attract experience that expand consciousness. They do not provide quick fixes or instant realizations. They are amplifiers of personal will and intention that clarify how one lives. Their transformative power is contained exclusively in the intent of their application.
Through these life principles of the Sovereign Integral, the individual can become a master of unlimiting the Self. Boundaries are set, veils are pulled down, and one's light is subdued, simply because external, hierarchical controls create fear of the unknown and mystical practices of a sovereign being. In these life principles, if they are truly applied with proper intent, are the tools to accelerate the emergence of the Sovereign Integral and feel its perspective, its insights, and its empowered abilities to create new realities and shape them as learning adventures that liberate and expand consciousness. This is the underlying purpose of the principles and perhaps the best reason to explore them.
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